"EL TESORO EN MI CASA"

“EL TESORO EN MI CASA”

  Por Rubén Camacho Rangel

La historia comienza un domingo temprano. No sé por qué desperté, esa madrugada algo hizo que perdiera el sueño de repente, no supe si era una voz, un ruido o un llamado el que me demoró el profundo sueño en el que estaba.

Bajé a  la cocina para buscar algo con que quitarme la sed y el nerviosismo que tenia, sólo encontré una garrafa de agua de fruta natural. Enseguida tomé un vaso y bebí el agua con desesperación. El sol no salía aún. la cocina de mi casa era oscura, un poco tenebrosa, eso no me importo todos los integrantes de mi familia dormían nadie se percato de aquella cosa que yo había escuchado o percibido, ya estaba a punto de irme a dormir. Caminé hacia el pasillo y al llegar a la escalera algo paso detrás de mí, pude sentirlo fue como si un aire helado, frio como la nieve, inmediatamente mire  para ver que sucedía pero no logré observar nada, eso me asustó y corrí rápido a mi cuarto esa noche no dormir y sólo observe.

A la mañana cuando mi familia despertó fui al cuarto de mi hermano para contarle lo sucedido, mi hermano es más pequeño que yo, un poco alto pero  miedoso como un conejo, él al principio no quería saber nada del tema y yo entre mas contaba más interés ponía y decidimos esa noche esperar para ver que sucedía.

Esa noche juntamos varias cámaras y varios celulares con que grabar, fuimos al centro comercial a comprar algunas frituras y refrescos con el cual estar entretenidos en la espera, mi madre un poco enojada por qué no dormiríamos nos dio un discurso que no pasaba nada extraño y que dejáramos de jugar. Que entre más pensábamos en eso más cosas sucederían. Yo quería saber que me despertó y que había pasado por detrás. Mi hermano sólo era mi compañía, llego la noche 3:00 am. En punto la misma hora en la que desperté la noche anterior, un silencio en la casa. Mi hermano estaba jugando con unas piezas de plástico, yo no dejaba de observar y tratar de escuchar algo pero no tuvimos éxito; esa noche no sucedió nada.

La mañana siguiente dormimos hasta tarde. Despertamos y lo primero que hicimos fue tratar de revisar los videos y grabaciones que teníamos, duramos varios minutos en encontrar la primera pista, fue difícil, en la grabación de audio una psicofonía de  voz clara y gruesa repitiendo la frase de “busca”. Trece veces en la grabación, mi hermano y yo quedamos sorprendidos.

Después de seguir revisando las demás grabaciones no encontramos nada. Sólo una pista teníamos, esa noche tras llegar de la escuela mi hermano había hablado con su amigo, el muy interesado en lo que nos paso decidió ir a la casa y ayudarnos a descifrar que pasaba, mi madre no estaría de acuerdo en que él se quedara a dormir en nuestra casa. Le dijimos que a la media noche nos esperara detrás de la casa nosotros saldríamos pero que no hiciera mucho ruido. Todo salió perfecto estábamos los tres tratando de investigar que sucedía.

Esa noche decidimos salir del cuarto e ir al pasillo donde sentí la presencia de algo extraño, casi al llegar al fin de la escaleras Roberto el amigo de mi hermano, ve algo extraño que casi lo hace gritar del miedo yo no alcance a mirar nada, mi hermano dice que presiente algo, que es muy extraño y que mejor hay que regresarnos al cuarto haya estamos más seguros.

Aceptando ir al cuarto de regreso, cuando de pronto, se cae la escoba de la cocina; todos corrimos para ver qué sucedía cuando de repente, claramente una sombra pasa rápidamente y se pierde en las escaleras. Eso nos aterró y decidimos no seguir con lo que tratábamos de averiguar.

Roberto regresó a su casa, mi hermano a su cuarto y yo de igual manera me quedo en mi cuarto pensando y tratando de relacionar qué estaba pasando. Por qué suceden esas cosas, observando mi habitación de reojo observo el reloj apenas marcaba las 2:30 am la hora no coincidía con los días anteriores pero de lo asustado que estaba no me importo y me fui a dormir.

Era el tercer día después de lo sucedido terminé de almorzar cuando recordé que teníamos las grabaciones de la noche anterior, rápidamente corrí por ellas quería encontrar el momento donde Roberto observa algo, pero las grabaciones no aparece nada, revise todos los videos sin obtener ningún resultado. Al revisar los audios me doy cuenta que en una grabación se escucha la misma voz que la de el primer video repitiendo trece veces la palabra “cocina”. Ahí entendí que nos trataban de decir algo la frase era: “busca cocina”. Empecé a investigar sobre eso en internet pero no había respuestas era algo único que sucedía en mi casa, cuando busque a mi hermano en la noche para decirle que había encontrado otra pista, él se enojo y me dijo que dejara los juegos para otra persona, que no molestara y discutimos un rato hasta que él entro un poco en razón  y me dijo: estamos juntos en esto.

Miércoles por la noche casi a punto de empezar el día jueves sabíamos que el punto de partida era la cocina sabíamos que teníamos que buscar algo pero no sabíamos ni dónde ni cómo, estuvimos sentados en la cocina varias horas hasta que al parecer algo escuchamos. La escoba cayó de nuevo, le dije a mi hermano que esperáramos, que no hiciéramos caso a lo que sucediera, cuando de repente cayó una toalla que esta colgando en la pared. Mi hermano estaba muy asustado al igual que yo pero eso no nos impidió seguir ahí, mi hermano desesperado grito -¡que chingados quieres!-  en eso se prendió la luz de la cocina una sombra se alcanzaba a ver en la pared, la sombra era grande como una persona fuerte, alta e imponente. Sólo lográbamos ver la sombra pero no escuchábamos nada, sabía que esa persona estaba ahí para decirnos algo. Rápidamente saqué la cámara y empecé a grabar, mi hermano no perdía de vista la sombra al igual que yo cuando de repente sentimos un aire fuerte y la sombra desapareció.

Esa noche estuvimos platicando mi hermano y yo, de los rasgos que alcanzamos  a ver detalladamente de la sombra, yo logre notar que la sobra tenia al parecer botas. Mi hermano lo afirmó, coincidimos los dos en que también tenía sombrero y bigote, esos son los rasgos más notables que descubrimos

En el cuarto día al revisar las grabaciones, por cierto, las ultimas que tendríamos la voz nos decía repetidas veces la palabra “tesoro”. Esto fue cuando nosotros entendimos de qué se trataba, sabíamos que había algo escondido en la cocina y aparentemente era un tesoro- Mi hermano y yo esperamos a que fuera fin de semana para buscar algo  que con un poco de suerte encontraríamos.

Toda la semana estuvimos pensado en esas tres palabras que esa persona nos dijo, no volvimos a investigar ni nada por el estilo estábamos confiados que no necesitábamos más pistas, pero la sombra seguía apareciendo a las 3:00 am en punto; no le tomábamos ya mucha importancia ya que creíamos que no nos diría nada más.

El fin de semana buscamos y buscamos como unos locos, pero no nos atrevíamos a destruir nada, hasta que mi padre decidió romper algunos mosaicos que estaban en el mismo lugar donde poníamos la escoba, eran los mosaicos que terminaban la cocina. Estaba debajo de la puerta que da hacia el patio al romperlos y lograr romper el piso empezamos a escarbar profundamente algo nos decía que hay encontraríamos algo cuando encontramos una botella tapada que tenía una hoja dentro, la botella la abrimos rápidamente, en la hoja estaba escrito el siguiente texto:

Escrituras rancho columbro

Por medio de este documento damos a conocer que el dueño Marco Valenzuela es propietario de todos los terrenos pertenecientes a este rancho único heredero del Sr. José Antonio Valenzuela fallecido el 13 de agosto de 1903 a las 3:00am.

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   Firma

La botella contenía otra hoja más reciente que tenía algo que nos sorprendió y nos entusiasmamos demasiado, la hoja tenía las escrituras del la persona que nos había mandado a encontrar este tesoro el cual decía:

Yo, Marco Valenzuela dueño del Rancho columbro, escribo esta carta  por el siguiente motivo: estoy muy enfermo, no tengo casi fuerzas para hacer la carta, el motivo es que al parecer moriré y al no tener hijo ni esposa dejo las escrituras de mi rancho a la persona que logre encontrar este escrito. Aquella persona que las encuentre será dueño, el heredero, del rancho sin más que decir, me despido.

Fecha 21 de febrero de 1923

Atte.: Marco Valenzuela.

No sabemos que pasara con las escrituras, si el rancho aún existe o si podemos reclamarlo lo último que nos queda hacer es investigar y luchar por él.