“RECUERDOS DE UN
HOMICIDIO”
Por Jesús Israel Mosqueda Marín
¿Quién soy? ¿De dónde soy? ¿Qué hago?, en realidad es que esto
no tiene mucha importancia pero supongo que no está de más responder: Me llamo
Vince D. Mont; soy de un pequeño pueblo
de Rusia llamado Omskaya Oblast, me dedico a estudiar música y a trabajar medio
tiempo para mantener mis gastos y necesidades personales, después de todo me
decidí independizar de mi familia y seguir mis ideales e ideas por mí mismo. Yo
era un adolescente ordinario que buscaba libertad fuera de casa pero, por
azares del destino algo fuero de lo previsto me ocurrió.
Aún recuerdo ese trágico suceso que marcó mi existencia de por
vida, parece que el tiempo no ha pasado ya que lo recuerdo como si hubiera sido
ayer; cuando en un día común y corriente se convertiría en algo inolvidable a
la edad de 19 años. En esa época vivía en la ciudad de Kioto pues siempre había
sido mi sueño vivir en Japón y lo logré con esfuerzos y ganas de seguir
adelante.
Fue justamente hace 3 años la noche del 18 de noviembre del
2009, cuando iba saliendo de mi trabajo de medio tiempo como ayudante en una
librería-café para jóvenes, cuando la chica que era la encargada se me acerco y
me dijo: -¿quisieras salir conmigo esta noche?-, yo me quede sin aliento porque
en los seis meses que llevaba trabajando allí jamás me había hablado para otras
cosas, excepto las veces sobre los pendientes que se tenían que hacer; ella era
muy bella y solo tenía 1 año más que yo; sus ojos eran de un verde esmeralda,
su tez blanca cual copos de nieve y una cabellera lacia que le cubría la
espalda con un color negro intenso. Era la mujer perfecta, le respondí con
palabras entrecortadas que si y le pregunte-¿porque me lo pides en este
momento?, ¿no estarás tratando de jugarme una broma de mal gusto?-, su
respuesta me dejo sin habla -solo pensé que sería bueno que saliéramos hoy ya
que me has gustado desde el primer día que llegaste-.
Esa noche fuimos a un bar que estaba de moda en ese tiempo,
estuvimos bailando la mayoría del tiempo sólo nos sentábamos para tomar aire y
refrescarnos un poco con unas bebidas, todo iba muy bien hasta que en un
momento de la nada se quedo seria y me pregunto -¿me protegerás de quien
sea?¿cuidaras de mi pase lo que pase?-, yo le respondí enérgicamente
-¡claro!¡no habrá nadie que te lastime a mi lado!- en ese momento solo me
sonrío y me dio un beso, me quede inmóvil pero a la vez sentí un sentimiento de
emoción que recorrió por todo mi ser.
Después de reír y bailar toda la noche salimos del bar y fuimos
por la orilla del mar para dar un paseo a la luz de la luna, brillaba con una
magnitud superior a la de otros días, platicábamos sobre las cosas que nos
gustaba hacer en nuestros tiempos libres y sobre los hobbies que teníamos cada
uno; al pasar cerca de una hora en la orilla el sonido de su celular hizo que
me desequilibrara un poco, era una
llamada por lo cual ella corrió rápidamente hacia unas escaleras que están
cerca para contestar y al momento de hacerlo la note un poco nerviosa, hablaba
con un tono de voz bajo casi susurrando para que no la escuchara pero no le di
mucha importancia ya que no era de mi
incumbencia y un minuto después colgó y me dijo:-¡Vince lo siento me
tengo que ir gracias por todo!-, yo solamente le sonreí y la despedí con un
movimiento con el brazo sin saber que al día siguiente todo lo ocurrido en esa
noche seria un suceso inusual ya que no la volvería a ver.
Al día siguiente en la mañana me despertaron unos golpes algo
fuertes en la entrada de mi casa así que fui a ver qué pasaba, cuando abrí la
puerta vi a una persona de traje con dos oficiales a su lado por lo cual yo me
sorprendí y pregunte -¿Que se le ofrece?- a lo que la persona respondió -buenos
días soy un detective del departamento de policía y necesito hacerle algunas
preguntas-; me quede impactado sin embargo accedí a ir con ellos.
Llegando a la jefatura me llevaron a una sala de interrogatorio
donde me preguntaron si yo conocía a Hikari y cuál era mi relación con ella,
les dije que era mi jefa del trabajo y que no tenía una relación más allá con
ella; me dijeron que donde había estado yo desde las 9 de la noche hasta la 1
de la mañana aproximadamente. . . así que les dije que habíamos salido a un
lugar para divertirnos y que era la primera vez que lo hacíamos desde que yo
trabajaba allí, al seguir con las preguntas me dijeron la razón de porque me
llevado con ellos, ella había sido encontrada sin vida en la orilla del mar
cerca de la 1 AM.
Me acusaban de algo que no hice apenas empezaba a conocerla,
¿qué razón tendría para matarla?, sin embargo a ellos no les importaba si era
inocente solo querían que alguien se declarara culpable con los métodos que
fueran necesarios; empecé a sentir que el aire me faltaba, yo no quería ir a
prisión por algo que no había hecho así que en cuanto abrieron la puerta de la
sala empuje al detective y salí corriendo sin mirar atrás. Al correr para que
no me atraparan me tropecé con un chico de mi edad y con una chica los cuales
supongo que también estaban corriendo ya que nos miramos e inmediatamente nos
levantamos y continuamos con nuestra huida de la estación de policías.
Saliendo de ahí aun seguíamos corriendo ya que varios policías
seguían tras nosotros y no nos daban ni un minuto para descansar, en un momento
el tuvo una gran idea traía su mochila con él y la aventó a una calle contraria
mientras nosotros fuimos a una estación de tren que estaba a la vuelta; adentro
de la estación pudimos recuperar el aliento y nos miramos por unos minutos. Los
3 teníamos una conexión, Hikari..., hablamos sobre cómo fue la manera en que
terminamos en salas de interrogatorio: el chico de mi edad era un cliente del
café e iba con bastante frecuencia y la chica era amiga de ella y pues yo dije
que era mi jefa en el trabajo, llegamos a la conclusión de que no podríamos
volver a nuestras casas ya que sería el primer lugar en donde nos buscarían y
tampoco tendríamos oportunidad de contactar con alguien que nos conociera.
Y entonces nos propusimos escapar juntos a un lugar de la ciudad
dónde no nos conocieran mientras se
encontraba al asesino de Hikaru, así que juntamos nuestro dinero y nos
dirigimos a comprar tres boletos para el tren ligero, adentro de un vagón nos
presentamos aunque decidimos no decir nuestros nombres para no crear algún
vinculo de afecto así que utilizamos números para hablarnos ella era No. 2, el
era No. 8 y yo No. 1, fue algo curioso así que le preguntamos que por qué el 8
si seguía el 3 y sólo nos dijo... no sé ese número me gusta mucho.
Al bajar del tren llegamos a un pequeño pueblo y lo primero que
hicimos allí fue ir a comer ya que no habíamos comido nada desde que nos
llevaron la jefatura y todos teníamos
hambre, y después de eso buscamos algo de ropa para que no nos reconocieran y
buscamos un lugar en el cual pasar la noche, pero al llegar a un pequeño hotel
nos dimos cuenta de algo muy extraño... ¡se nos había acabado el dinero que
habíamos juntado!
Un poco antes de eso habíamos prometido no decirle a nadie que
conociéramos en dónde estaríamos escondidos ya que eso nos pondría en un
peligro con la policía, sin embargo por la desesperación de la falta de
efectivo les dije que podríamos confiar en el dueño del local donde trabajaba
ya que él me ayudo en momentos en los cuales ninguna otra persona lo hubiera
hecho, todos estuvimos de acuerdo así que le llame y le solicite el favor de si
podía prestarnos dinero y le di la dirección del local donde estábamos pero no tenía
dinero en ese momento y me había comentado que los oficiales fueron a buscar
rastros de nosotros y el no dijo nada sobre nuestro paradero.
Como nos quedamos sin efectivo tuvimos que buscar la manera de
conseguir dinero fácil, fue entonces cuando vimos que había un pequeño concurso
de música en donde el premio eran ¥5000 yens y en el trayecto al pueblo les
comenté a ambos que mi pasión era cantar hip-hop y en fue así como ellos me
animaban para que yo fuera a allí a cantar, en mi mente estaba indispuesto ya
que no suelo cantar frente a un número tan grande de personas y menos si son
desconocidos; después de unos momentos de meditación y conflictos con mis
pensamientos me decidí a cantar puesto que necesitábamos el dinero.
Cuando empezó la competencia el que organizaba las rondas me
envío inmediatamente con los mejores y aun así llegué hasta la final y pude
sentir el apoyo no sólo de esos dos sino de todas las personas que estaban
sentadas disfrutando del espectáculo y fue unas duras rondas pero con todo y
eso logre ganar el concurso.
En el momento justo en el que recogería el premio veía que
numero uno y número ocho estaban muy inquietos: brincaban, hacían gestos raros,
agitaban sus manos de un lado al otro, creía que estaban contentos de mi
triunfo, en realidad durante ese momento había oficiales de policía haciendo
reconocimientos cerca de nosotros y al momento de girar el cuello uno me
reconoció y fue detrás de nosotros, empezamos a correr por instinto hasta
perderlos y fue así como llegamos a un jardín para recreación que estaba a las
afueras del pueblo en un lugar abandonado y en cual dormimos dentro de un juego
para niños escondiéndonos de los oficiales y juntándonos entre nosotros para no
pasar frío en la noche.
Al despertar nos seguimos moviendo ya que no era seguro ese
pueblo y tuvimos que pedir a un señor que conducía su camioneta si nos podría
llegar al pueblo más cercano a ese lugar y el amablemente accedió, llegamos
hasta un pueblo llamado Shisuku en el cual había un pequeño templo budista en
el cual fuimos a dar nuestros respetos por la fallecida. Media hora después le volví a marcar al dueño para saber
cómo iban las cosas con la investigación sobre el asesinato y me comento que no
había pistas sobre alguna persona y que seguían detrás de nosotros y nos
advirtió que tuviéramos cuidado y me despedí de él y colgué.
En la tarde nos escondíamos en un almacén cerrado y platicamos
sobre quien habría podido matar a Hikari; numero uno nos comento sobre un
sujeto casado con el que salía y al cual le debía dinero y la estaba
extorsionando, número ocho era amante de tomar fotos y le logro tomar bastantes
fotos a ella subiendo a un carro y con sujeto que él no conocía y pues yo solo
tengo esa llamada misteriosa por la cual se tuvo que ir la noche antes de su
homicidio y la promesa que me hizo hacerle en el antro de protegerla de
cualquier persona que la intentara lastimar.
De pronto aparecieron patrullas por todos lados y nos
acorralaron, no teníamos escapatoria, así que subimos hasta la azotea para
planear lo que haríamos a partir de ese instante cuando de pronto detrás de
nosotros se encontraba el detective que había ido a mi casa y su asistente con
sus armas y pidiéndonos que nos entregáramos sin oponer resistencia, ya
habíamos llegado tan lejos y estábamos cerca de descubrir al asesino; en un
momento de desesperación nos acercamos los tres a la orilla de la azotea y
estábamos dispuestos a tirarnos hacia el piso, en el detective nos dijo
¡adelante háganlo! Y en el último segundo su asistente lo esposo a una barra de
acero que estaba salida y nos dijo que nos fuéramos de ese lugar enseguida, al
bajar nos encontramos con su automóvil con las llaves puestas así que lo
tomamos para ir a Kioto y aclarar todo de una vez por todas.
Una vez en la ciudad número ocho nos enseño las fotografías del
sujeto desconocido y nos llevamos una sorpresa al saber quién era esa persona,
solamente a una persona le convenía que fuéramos nosotros los perseguidos y no
él, sólo una persona sabia de nuestras ubicaciones, no era nadie más que el
jefe del local y la persona de las fotos era él, todo concuerda ya que él
estaba casado y Hikari se comportaba de una manera diferente cuando él se
encontraba cerca de ella; así que lo cité en el mismo mar donde todo empezó y
allí lo confrontamos, yo no fui decía no tienen ninguna prueba que me incrimine
y le enseñamos las fotos y su reacción fue totalmente diferente como de alguien
con un paso cerca de la prisión, lo presionamos para que nos dijera porque la
razón por la cual la había asesinado y por fin dijo que fue porque ella lo
quería terminar y él quería de inmediato todo el dinero que había gastado en
ella, ella no tenía el dinero en ese momento y le dijo que se lo pagaría
después y el explotó ya que tenía miedo de que su esposa se enterara y la
estrangulo; de repente saco un arma y estaba a punto de dispararnos para que no
dijéramos nada afortunadamente llego el detective ya que su auto tenía un
dispositivo de localización satelital y el pudo escuchar toda la conversación
que tuvimos y lo esposo antes de que pudiera intentar cualquier cosa.
Todos fuimos a la comisaria de la policía de la cual habíamos
escapado desde un principio, sólo que esta vez íbamos a rendir nuestras
declaraciones sobre lo que sucedió y nos declararon inocentes de todos los
cargos y nos pidieron disculpas por todos los malos entendidos y problemas que
nos causaron, una vez fuera cada uno de nosotros tomamos cursos diferentes y
como último detalle nos presentamos ya que ese fue un suceso que marco nuestras
vidas para siempre con la corta edad de 19
años.
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