sábado, 13 de abril de 2013

"SIN FINAL"


“SIN FINAL”
Por Erika Alejandrina Hernández Ovalle


 Era una mañana tranquila, un día como cualquiera, Laura estaba tan emocionada ya que iba a conocer a sus nuevos amigos; un inicio de curso, tenía miedo, ¿qué tal si no encajaba en el nuevo ambiente al que se estaba enfrentando?, algo nuevo y lejos de su familia, ya que decidió entrar a un internado. Le parecía algo muy bueno, así que se despidió de su familia y se fue.
Esa mañana en que todos se iban a presentar, ella tenía miedo, no confiaba en sí misma, ella siempre creía que era una niña fea y poco agraciada; temía todo lo que la demás gente pudiese decir de ella. Hicieron 35 grupos en el internado, Laura era del grupo 23 y se preguntaba quién sería de su grupo, cuando se presentaron eran 23 en el grupo, sólo tres mujeres y 20 hombres, entre ellos, alguien que le robó la sonrisa y el corazón, alguien muy especial. Tal vez ella nunca se imaginó eso, fue un momento en que se olvidó de todo, sólo que era muy vergonzosa y no se atrevía a hablarle a nadie, tenía miedo de todo y de todos así que ellos pues trataban de conversar con ella, después de una semana de convivir empezaron sus compañeros a mostrar pruebas de afecto hacia ella, sin embargo Erick, el chico que le había atraído le pidió que si no tenía nada que hacer el fin de semana le acompañase a su escuela a la cual él quería entrar, ella accedió y ese sábado él le esperó fuera del colegio, pensó que ella no saldría y no lo acompañaría. En eso llegó otro de sus compañeros y le dijo que la invitaba a salir, pero ella había quedado con Erick no podía quedarle mal y le dijo: en otra ocasión, gracias. Se fue con el que se convirtió en su amor platónico, fueron a su escuela, después él la invitó a comer, decidieron tratarse como si nada pasara cuando entraran al colegio y así paso. Una de sus compañeras le hizo un comentario que la incomodó mucho – oye Laura sabes me gusta mucho Erick, tu que se ve como que le hablas más deberías de ayudarme a salir con el- ella solo sonrió y dijo – si, yo le diré- en realidad ella sintió rabia por dentro pero se preguntaba por qué si no eran nada pero era mucha la atracción que sentían que cada fin de semana se veían fuera del colegio e iban a comer al mismo lugar que fueron en un inicio.
Laura mientras estaba con Erick imaginaba que podría pasar después, o cuándo sería el día en que él le pidiera ser su novia, así paso un mes, pero en esta ocasión no fueron al mismo lugar de siempre, él la llevo a un parque tranquilo en un espacio donde sólo estaban ellos dos, se pusieron a platicar de qué les gustaba y que no cómo eran antes de entrar a internado y cosas así, fue entonces donde le dijo – ¿Sabes? Me gustas mucho y me la paso muy bien contigo dentro y fuera de la escuela, me gustaría que fueras mi novia si tú quieres- ella tan emocionada no sabía que decir, por dentro su corazón decía sí a tal grado que sentía que se le iba a salir por la emoción su corazón, y ella le dijo –sí- fue especial el tiempo se detuvo por unos segundos; fue muy hermoso lo pactaron con un beso, después de eso y una larga plática decidieron ir a comer juntos al mismo sitio de siempre, ella se sentía muy ilusionada pues nunca pensó que Erick, el que la atrajo con una mira profunda y la enamoro, sería ahora su novio pero decidieron no decir nada en el colegio, sólo era entre ellos dos, aunque era inevitable
ya que él se portaba de diferente manera, era más caballeroso, más tierno era como un príncipe azul.
Laura se sentía bonita, siempre había alguien que se lo decía, hubo muchos compañeros de ella que la invitaron a salir o ser su novia y siempre los rechazó sentía que Erick era el amor de su vida, pero como todo tuvo que terminar el curso donde se conocieron terminó, así que no podrían verse más diario, sólo fines de semana pero siempre concordaban en quedarse de ver a la misma hora y en el mismo lugar así pasó un tiempo hasta que Laura decidió irse y regresar con su familia.
No quiso decirle nada a Erick, ya que se pondría triste así que decidió no contestar ni una llamada, más él preocupado quería saber de ella, que hacía, que le habría pasado, por qué no contestaba sus llamadas, pero un día decidió contestarle y explicarle por qué lo hizo ella no quería que eso pasara pero era inevitable.


 







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